Por Juan Terranova
Ayer me bajé, en formato pdf, Hemingway´s readings 1910-1940 de Michael S. Reynolds, editado por la Universidad Princeton. En realidad, lo que uno se puede bajar no es el ensayo sino los apéndices del libro, una prolija y larga lista de las lecturas de Hemingway en esos años. En el pdf se incluyen desde los cursos que tomó en la secundaria hasta facsímiles del inventario de la biblioteca de Key West. También se reproduce una breve lista de libros que Hemingway siempre recomendaba: Los hermanos Karamazov, Madame Bovary, La guerra y la paz, y así. Aunque a principios de siglo estas recomendaciones podían significar otra cosa, hoy ninguno de estos títulos sorprende mucho, aunque estaría bien intentar descubrir qué tomó el narrador de cada uno, si es que tomo algo.
En el prefacio, Reynolds escribe: “This book is not a study of literary influences. Nor is it a compilation of Hemingway’s literary allusions. What you will find here is an inventory of those books, periodicals, and newspapers Hemingway owned or borrowed between 1910 and 1940. The inventory is not complete, but the substantial patterns are farranging with frequently obvious implications.”
¿Tiene un sentido real, un uso critico, esta larga lista? No lo sé, pero hay algo lúdico, inocente, incluso puro, y muy placentero en revisar listas de libros. Los títulos brillan de una manera especial, se arman zonas de sentido, hay, en este caso y como es de esperar, sorpresas y obviedades. La lectura funciona a una velocidad rara, una hiper-velocidad y surge el sentimiento falso y gozoso de dominar una biblioteca entera, y no cualquier biblioteca sino la de un autor muchas veces enigmático en su relación con los libros.
Por todo esto es interesante bucear en Hemingway´s readings 1910-1940, imaginando qué libro había leído realmente Hemingway, qué otros había heredado sin mirar, cuáles había atesorado o intentado plagiar, y cuál había olvidado tapado por papeles en su escritorio, pero lo que más me gustó fue la dedicatoria.
In memory of Professor Rudoslav Tsanoff.
“But what about the soul, Dr. Tsanoff?”
“That, Mr. Reynolds, is metaphysics.
This course does not deal in metaphysics.”
El breve diálogo, que evidentemente surge de una anécdota personal, resulta útil. Hay un profesor mala onda, ruso o judío, quizás un exiliado político a lo Nabokov. Es exigente y duro sí, pero sabe tu nombre y te enseña que a veces hay que recortar un poco las inquietudes personales para avanzar en la selva del conocimiento. Cuando alguien insista mucho con seguir la discusión en abstracto es bueno tener una frase para cortarlo, decirle “This course does not deal in metaphysics, Mr. Reynolds”. La dedicatoria resuena de forma oblicua pero con vitalidad en las historia de Hemingway.