Por qué Reutemann no ganó las elecciones en Santa Fe

"Esto no es una victoria", diría Reutemann si conociera esta pintura de Magritte.


Por Francisco Marzioni

Desde Rafaela (S. Fe)


"¿Cuando una puerta no es una puerta?". La pregunta es un juego de palabras anglosajón que funciona como una broma, pero que su curiosa formulación abre interpretaciones de todo tipo. Y en este caso, sirve para describir la situación en la que quedó el justicialista Carlos Reutemann, luego de superar al socialista Rubén Giustinianni por poco más de un punto, en una de las elecciones más reñidas y polarizadas que se recuerden en Santa Fe.

La puerta que esperaba abrir el reutemismo con una victoria en las legislativas finalmente no fue una puerta, pues a los fines de un "Lole" presidencial, el punto conseguido por sobre el candidato más débil del socialismo no alcanza ni siquiera para alardear ante los medios de comunicación. Y esto se vio claramente en el día después. Por ejemplo, el vicepresidente Julio Cobos, que obtuvo una holgada mayoría en Mendoza, no dudó en lanzarse a la carrera presidencia, lo mismo hizo Gabriela Michetti, que ante una mayoría de votos para el PRO, ya anunció que la fuerza puede proyectarse a nivel nacional. Algo similar ocurre con el chubutense Mario das Neves, que tras ganar cómodamente en su provincia ya pegó carteles en Buenos Aires que lo ponen como candidato.

Pero no pasó lo mismo con Reutemann, pues aunque los periodistas más obsecuentes con su figura lanzaron groseras operaciones a su favor, fue el propio candidato quien desairó a los militantes al no subirse al caballo de carreras electoral. A pesar de que pocos días atrás el "Lole" parecía decidido a lanzarse aunque ganara "por un voto", luego de su ajustadísima victoria en las urnas abandonó antes de largar: "No es tiempo de hablar del 2011", dijo con su estilo característico de eludir las respuestas con mil y un formas de decir "no sé". Es así como los militantes más fieles continuarán insistiendo con un Reutemann presidenciable, pero lo cierto es que el caudal conseguido no le permite avizorar un futuro a nivel nacional, ni aún siendo el único candidato santafesino que es parte del popular elenco de Gran Cuñado, el programa que se convirtió en la tribuna electoral donde se ejerce la frivolidad política que caracterizó a esta elección.

Es así como los resultados comiciales no implican la proyección automática de un candidato, y aún en la derrota no se deja de señalar a Hermes Binner como presidenciable, ya sea por sus propios aliados o por analistas políticos, ya que la elección fue por la figura de Rubén Giustinianni, un rosarino de perfil sofisticado que no supo capitalizar el voto agropecuario ni tampoco introducirse en los distritos que no le son afines. Mientras tanto, el verdadero rival de Reutemann todavía no se midió con el justicialista, y muchos aseguran que su caudal de votos que lo llevó a la Gobernación continúa intacto a pesar de la derrota de los comicios de ayer, ya que de otra manera sería imposible que un candidato como Giustinianni compita al hombre fuerte del PJ santafesino.

No todo es lo que parece, sentenciaba el escritor norteamericano Philip Dick, centrando sobre esa premisa una rica obra literaria que enseña a no creer en las primeras impresiones. Aunque 1.3 puntos porcentuales impliquen una victoria en las urnas, eso no significa que Reutemann haya realmente ganado algo, más que una conveniente renovación de su banca y la de Roxana Latorre en el Senado de la Nación, la cual podría convertirse en una banca oficialista a través de un acuerdo con el nuevo Presidente del Partido Justicialista, -como ya hicieron otros presidenciables- puerta que abrió el "Lole" y que lo conducirá nuevamente al más obsecuente oficialismo y, por lo tanto, a la notable intrascendencia que caracterizó sus últimos años atrincherado silenciosamente en su banca de senador. Y esa puerta sí es una puerta, y cuando se abre ya no puede cerrarse, conduciendo inevitablemente a avalar políticas y medidas que perjudican a toda la provincia de Santa Fe.