"Judíos Nazis", ¿no será demasiado?

Por Patricio Erb
 
El conflicto en Franja de Gaza me puso a escribir pequeñas reflexiones. Para no parecer tan intelectualoide diré que estas últimas dos semanas me llamaron la atención algunas reacciones ante la "ofensiva militar" israelí. No me detendré en nombres propios, no es tema de este post. Aquí se trata de observar la operación ideológica que, colectivamente, funciona con respecto el judaísmo. Cuando hablo de "ideología" no me refiero a la idea de "doctrina". Tomo "ideología" en el sentido complejo de la palabra. Esto es: cómo decimos ciertas cosas de manera "inconsciente", con la plena imaginación de que expresamos lo que queremos. Cómo creemos que no existen condicionamientos por detrás que nos impulsen a gritar lo que gritamos.
 
A partir de este análisis althusseriano del Sujeto Sujetado (construido a partir de su interés por el psicoanálisis), es que pueden observarse reacciones antisemitas en todo el conflicto que envuelve a Medio Oriente. Cuando muchos intelectuales orgullosos plantean el concepto de "Judíos Nazis", parecieran pasar por alto que están alimentando un peligroso antisemitismo. ¿No será demasiado esa comparación? Uno percibe que la lógica del gobierno de Israel para con el pueblo palestino es similar a la utilizada por el Nacional Socialismo, sin embargo la reacción de la comunidad internacional ante la política militar israelí es, sin lugar a dudas, antisemita. El bienpensante dirá que todos los crímenes son condenables, pero: ¿no da la sensación que molesta más que un judío mate a un árabe que un árabe mate a un judío?
 
La desproporción de muertes es evidente, salta a la vista. La misma desproporción de muertes que las políticas de los países imperialistas históricamente provocaron en las que, en algún momento, fueron sus colonias. Pero vuelvo al tema: por qué cada vez que Israel está involucrado en un conflicto (político-económico-socio-cultural) se recurre a toda velocidad a comparaciones con lógicas Nazis. Aquí es donde funciona la operación ideológica antisemita, incluso entre integrantes de la colectividad judía. Que el Estado de Israel lleve adelante políticas imperiales por sobre los palestinos no justifica la utilización de determinados clichés. En su libro "El sublime objeto de la ideología" (1992), Zizek utiliza al judaísmo para explicar el Síntoma que, de acuerdo a Lacan, inventó Marx con el fetichismo de la mercancía. Dice así: "No basta con decir que nos hemos de liberar de los llamados 'prejuicios antisemitas' y aprender a ver a los judíos como en realidad son –así no cabe duda que seguiremos siendo víctimas de esos llamados prejuicios-".
 
En esa misma página (80) Zizek propone: "Hemos de confrontar cómo la figura ideológica del 'judío' está investida de nuestro deseo inconsciente, cómo hemos construido esta figura para eludir un muerto de nuestro deseo (...) La respuesta adecuada al antisemitismo no es, por lo tanto, 'los judíos en realidad no son así', sino 'la idea antisemita del judío no tiene nada que ver con los judíos". En una oportunidad un grupo de intelectuales invitó a Borges a discutir "El problema judío"; lúcido, Borges les contestó: "Yo no veo ningún problema". De seguro discutir sobre el antisemitismo, como dice Zizek, es caer en prejuicios, sin embargo es importante mostrar esa operación ideológica "inconsciente" que practicamos de forma cotidiana con respecto a determinados temas. El tratamiento que se lleva adelante sobre el conflicto de Franja de Gaza tiene ribetes antisemitas imperceptibles, que pese a todo están presentes como los peores prejuicios de odio que sufre el pueblo palestino.