Un 2008 de blanco o cabecita

Por Patricio Erb

And the winner is... El Maniqueismo. Sin lugar a dudas la racionalidad Braden o Perón fue la protagonista de un año político antagonista. El análisis de los especialistas de los medios de comunicación, por supuesto, fue crítico de esta lógica instalada por el Gobierno. ¿Por qué? Desde allí se insta al consenso por sobre todas las cosas. Los voceros de la racionalización propia no pueden soportar la confrontación, no es parte de su significante; es por eso que acuden a la creencia que sobrevuela a la sociedad argentina: antagonizar es violencia. Sin embargo fue la derecha la que desde un primer momento instaló con los K la terminología "setentista"; de allí la pregunta poco inocente de la Legrand: "¿Se viene el zurdaje?" o el palabrerío: "Montoneros de aquí, Montoneros de allá" que utilizan 99% de los taxistas en Buienos Aires.

En este primer párrafo de menos de 1000 caracteres se llegó a la conclusión: el enfrentamiento, aquí y ahora, es provocado por determinados sectores de poder económico:
"Establishment",
"grupos financieros",
"Iglesia",
"Sociedad Rural",
"Medios Concentrados"
llámenlos como quieran. Apenas asumió el kirchnerismo, allá por el 2003, las operaciones no esperaron ni un día. Aquellos críticos de la ideología inconscientemente recurren a ella las 24 horas de los 365 días del año. La palabra "ideología" (popularizada por Marx en La Ideología Alemana) es tomada por los críticos de lo popular. ¿Cómo? Sin nombrarla, a través de la antipolítica. De esa manera conservan un determinado significante vacío de palabras como "República", que es dueña de un sentido ficcional que no reconoce al "negro de mierda"; cosa que, mal o bien, los K siempre concibieron. Así la derecha, ante la imposibilidad de imponer su consenso, en el 2008 se dedicó a confrontar: "O estás con nosotros o estás con los cabecitas".